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EXPORTACION DE SERVICIOS DE ARQUITECTURA

La importancia del planeamiento estratégico en la proyección internacional

Durante el primer semestre del año 2009 se llevó a cabo una importante tarea de relevamiento y análisis de mercados internacionales y el potencial de proyección de los arquitectos argentinos sobre los mismos.

La iniciativa, que se inscribió en el marco del proyecto de exportación de servicios de arquitectura llevado adelante por el CPAU y la Sociedad Central de Arquitectos, con el auspicio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, permitió ahondar en conocimientos y recopilar información valiosa para promover la presencia de la arquitectura argentina más allá de las fronteras de nuestro país.

La idea principal del proyecto de las tres instituciones es: Dejar de exportar arquitectos y comenzar a exportar arquitectura. A esta idea se la debe complementar con las preguntas clásicas e iniciales de cualquier proceso exportador: ¿por qué exportar?, ¿cuando exportar?, ¿como exportar?, ¿a donde exportar?, entre otras. Al responder las mismas, con mayor o menor profundidad surge, omnipresente, la necesidad de planificar estratégicamente la proyección internacional, vía exportación, de la arquitectura producida por arquitectos argentinos.

En el estudio de mercados internacionales se señala: “Entre otros aspectos el profesional orientado a la exportación debiera considerar los siguientes indicadores de mercado: el marco cultural del país de destino de la exportación, la oferta local en destino y la ausencia de oferta de determinadas prestaciones, la tendencia expansiva o de crecimiento de las industrias demandantes o consumidores de servicios de arquitectura, la accesibilidad en términos físicos y de comunicaciones, la existencia de acuerdos internacionales de cooperación económica o profesional”.

Y continúa: “…el mercado de servicios profesionales, hoy en día puede ser segmentado desde el punto de vista de la oferta de servicios especializados. Aquí cobra relevancia la identificación de la competencia y el concepto de “marca país” como hacedor de arquitectura, la promoción internacional adquiere relevancia y potencia las buenas prácticas”.

Se señaló también la marcada ambivalencia que muestra el mercado internacional: desde un punto de vista está abierto (alta movilidad de profesionales, avances de telecomunicaciones, numerosos concursos internacionales, etc.) y desde otro punto de vista está cerrado (regulaciones nacionales migratorias y de ejercicio profesional), la posición del arquitecto y la arquitectura argentina frente a esas dos caras de una misma moneda encuentra en la planificación estratégica la fórmula más adecuada para abordar el mercado internacional aprovechando las ventajas y oportunidades y minimizando las debilidades y amenazas.

Ahora bien, ese proceso de planificación no puede recaer en el arquitecto o estudio de arquitectura como individuo o sujeto responsable individual de su aventura internacional que planifica en función de su proyecto particular. El proceso de planificación estratégica que permita exportar arquitectura argentina al mundo debe ser llevado a cabo por las entidades profesionales, el gobierno y los profesionales arquitectos, todos con un mismo objetivo de largo plazo.

Cada uno en su nivel y atendiendo al rol que por naturaleza desempeña debe actuar de manera racional y consistente en el tiempo en orden a asegurar que la proyección internacional de la arquitectura elaborada por arquitectos argentinos tenga un futuro promisorio a partir de las acciones de promoción y estímulo que las entidades lleven a cabo, de las acciones de negociación internacional y reciprocidad de trato que lo gobiernos discutan y concedan y de la incorporación de estándares internacionales y mecanismos de planificación estratégica que los profesionales arquitectos hagan suyos.