
La mayor parte de las inversiones se concentran en el desarrollo de viviendas para la clase media que compra apalancada en el crédito hipotecario.
La actual situación económico-financiera de la Argentina lleva a muchos inversores a buscar algúndestino cercano para destinar su capital. En este escenario, Bolivia atrae. ¿Las razones? Estabilidad, índices de crecimiento económico, un mercado inmobiliario con crédito hipotecario, oferta de proyectos y demanda activa. “Bolivia es un país gobernado por Evo Morales, con perspectiva de reelección y con una política económica que tiene el visto bueno de los empresarios. Los precios de los proyectos inmobiliarios son tentadores, hay estabilidad y, principalmente, crédito hipotecario”, explica Damián Tabakman, presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU), con experiencia en recorrer diferentes mercados, no sólo de los países limítrofes sino también del resto de la región.
Desde 2009, Bolivia mantiene una fórmula mágica y es la cifra de 6,68 bolivianos para el valor del dólar. Un dólar planchado, una inflación controlada que promedio el 4,7 por ciento en los últimos diez años y un PBI anual que promedia los 4,82 por ciento definen las variables de una economía estable. Este contexto presenta condiciones sumamente atractivas no solo para los desarrolladores, sino también para quienes desean invertir. “Bolivia tiene elecciones en octubre próximo y es probable que Evo Morales se mantenga en el gobierno, un dato que al sector privado no le disgusta. Esto se debe a que la estabilidad económica da tranquilidad para seguir invirtiendo en el país. En el pasado, la economía ha ido muy bien y para la mayoría de las empresas ha sido saludable. Todos los sectores de la economía boliviana han tenido una buena performance”, analiza Juan Carlos Franceschini, director de CDI Consultora.
A la hora de analizar el mercado, la mayor parte de las inversiones se concentran en el desarrollo de viviendas para la clase media que compra apalancada en el crédito hipotecario. Respecto a las zonas, Santa Cruz de la Sierra se ubica entre los lugares más elegidos por desarrolladores e inversores. “Esta ciudad representa la mitad de la población de la Ciudad de Buenos Aires y las cifras de crecimiento hablan por sí solas. En el último censo de 2012, la población de Santa Cruz fue de 1.454.000 habitantes con una tasa de crecimiento del 28 por ciento. En cuanto a la construcción, los números arrojan unos 1.200.000 metros cuadrados que representan aproximadamente la construcción de 1145 edificios por año”, destaca Franceschini.
El Gobierno también trabajó con foco en la vivienda social: puso en marcha una normativa de promoción para ese segmento a través de un programa especial que estableció que el máximo financiamiento hipotecario ronde los US$151.000 con una tasa que oscila entre el 5,5 y el 6,5 por ciento anual. “Esta normativa permitió que se generara un volumen de 63.000 operaciones con crédito hipotecario”, relata el director de CDI y detalla que Santa Cruz recibió el 70 por ciento de esas inversiones hipotecarias de la vivienda social. Algunos datos concretos, el crédito hipotecario puro -es decir sin el crédito de interés social- alcanzó un 63 por ciento del total de la cartera hipotecaria a junio de 2018.
Iván Alemán, gerente general de Delta Financiero, empresa del mundo de las finanzas, explica que en los últimos 20 años, el crédito hipotecario pasó a ser una parte del total de la cartera crediticia del sistema financiero del país. De cara al futuro agrega que se espera que el crédito hipotecario en Bolivia continúe creciendo en los próximos años sin necesidad de introducir o profundizar subsidios existentes. De hecho teniendo en cuenta la voluntad del gobierno de dar impulso al sector de la construcción y de las viviendas en particular, es de esperar que en los próximos años surjan proyectos que mejoren la calidad de vida de las personas. Dado el crecimiento poblacional y económico proyectado para Santa Cruz de la Sierra, se espera que esta sea la ciudad donde debieran concentrarse las inversiones en los próximos 40 años. Por caso, uno de los proyectos inmobiliarios en oferta es el de Nido Condominio Jardín desarrollado por Riverfront. Se trata de una propuesta de viviendas familiares para la clase media con espacios verdes y amenities. Está ubicado en la zona Norte de Santa Cruz y el valor del metro cuadrado arranca en los US$950 con un precio especial de US$850 para inversores que apuesten más de US$300.000. “El precio de venta proyectado en dos años será de US$1200/m2. Esto significa que estamos hablando de una rentabilidad anual de entre el 20 y el 40 transcurridos los 24 meses”, detalla George Satt, gerente general de Riverfront. El empresario reconoce que la demanda es muy fuerte y lo más importante es que las familias con ingresos entre US$800 y US$2000 mensuales califican para el sacar un crédito hipotecario. “Hay un volumen muy importante de gente que está en ese rango de ingresos. La relación cuota ingreso es de entre el 25 y el 40 %”, finaliza.
Fuente: Diario La Nación »
Autora: Silvina Vitale